Posts Tagged ‘ pedagogía ’

La educación liberadora no es «liberal»

«Una proclamación de las libertades individuales que no pusiera en cuestión estas dependencias estructurales, permanece como ideológica; no defiende de hecho más que la libertad de los miembros de la clase dominante.»

Por una pedagogía revolucionaria, de Giulio Girardi

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Carta de Piotr Kropotkin a Francisco Ferrer i Guardia

Todo esta por hacer en la escuela actual. Ante todo en la educación propiamente dicha, es decir, la formación del ser moral, o sea el individuo activo, lleno de iniciativa, emprendedor, valiente, libre de esa timidez de pensamiento que caracteriza al hombre educado en nuestra época, y al mismo tiempo sociable, igualitario, de instinto comunista y capaz de sentir su unidad con todos los hombres del universo entero,

http://www.portaloaca.com/historia/historia-libertaria/11770-carta-de-piotr-kropotkin-a-francisco-ferrer-i-guardia.html

Cartas de ida y vuelta: para aprender de los otros hablando de una

  • una institución más tendente a la disciplinación que a la crítica, por medio no ya del adoctrinamiento ideológico puro y duro sino de la gestión tecnocrática y la fragmentación y burocratización de la experiencia de enseñanza-aprendizaje.
  • el alumnado no es (o al menos puede dejar de ser) alguien a quien debemos educar o activar o concienciar —o cualquier otra acción que lo convierta en objeto (directo, pero objeto)— sino un interlocutor. Digo interlocutor y no «igual» porque no hay nada más autoritario que simular la desaparición de las diferencias que la estructura académica establece entre los diferentes agentes. Precisamente por no ser iguales podemos ser interlocutores. Seguir leyendo

«La creatividad se aprende igual que se aprende a leer»

  • a ser innovador se aprende igual que a sumar: a cualquier edad y en cualquier circunstancia, con la única condición de tener ganas.
  • encontrar nuestra propia zona,nuestro mentor y tribu creativa,
  • Todo niño es un artista. Porque todo niño cree ciegamente en su propio talento. La razón es que no tienen ningún miedo a equivocarse…
  • si no estás preparado para equivocarte, nunca acertarás, sólo copiarás. No serás original. Seguir leyendo

La otra Documenta 12: contrapartidas pedagógicas.

  • los macro-eventos y las visitas de museos son en su mayoría un dispositivo convencional de legitimación del discurso del sistema arte, se destinan al mercado arte y sus actores hiperproductores, tanto como profesionales como consumidores. Cuando existen programas educativos se establecen para la legitimación del número entradas o para saldar las cuentas de eventos o museos diseñando programas para la comunidad escolar, a menudo desarrollados con un modelo de servicios externos bajo la sub-contratación y la precarización, tanto económica como discursiva del trabajo. Este tipo de acciones educativas, como actividades compensatorias, se corporeizan con una obstinada invisibilidad de las estructuras de poder y de los discursos construidos, sin una relación política con la institución y sin más legitimación que el discurso de la historia arte contemporánea, los parámetros discursivos del comisario y un populismo patriarcal que identifica el trabajo con la diferencialidad de públicos con la simplificada formula de “de pan y circo”. Los educadores (sub-representados como “guías” o “monitores”) son vistos como fuentes de información, de reconocimiento, y de continuismo domesticado de las tesis de los comisarios, como una bebida energética de usar y tirar o como simples contenedores de conocimiento a devorar por el público sin un proyecto educativo detrás.
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Pedagogía, didascalia y barbarie | Periódico Diagonal

En la Grecia clásica el pedagogo paidagogós, “quien guía al niño” no era propiamente el maestro, sino por lo general un esclavo que acompañaba a la criatura a los distintos lugares donde enseñaban los maestros particulares didáskaloi de lectoescritura, música y gimnasia. El adulto protegía al menor de los peligros de la calle pero, sobre todo, por su proximidad con el niño, se convertía en un guía moral, ya que se encargaba de enseñarle buenos modos y vigilaba el curso de su educación. El pedagogo adquirió así mayor responsabilidad que los propios maestros en el desa­rrollo espiritual y moral de los jóvenes según cuentan L. Castello y C. Mársico.

vía Pedagogía, didascalia y barbarie | Periódico Diagonal.