Riqueza, consumo y contaminación
Entre todos los países y clases de ingresos analizados, el 10 % superior consume aproximadamente 20 veces más energía que el
10 % inferior
a medida que aumentan los ingresos, las personas gastan más en bienes que consumen mucha energía, como paquetes de vacaciones o automóviles, lo que genera una gran desigualdad energética. De hecho, los investigadores descubrieron que los consumidores de la franja 10 % superior gastan 187 veces más energía relacionada con el combustible del vehículo en comparación con el 10 % inferior.
El transporte mostró una de las mayores desigualdades, ya que el 10 % de los mayores consumidores empleó más de la mitad de la energía relacionada con la movilidad
Las categorías de consumo relacionadas con el transporte se encuentran entre las menos equitativas.
Sin reducir la demanda de energía de estos servicios –añade–, ya sea a través de gravámenes para viajeros frecuentes, promoviendo el transporte público y limitando el uso de vehículos privados o tecnología alternativa como los vehículos eléctricos, el estudio apunta que según mejoren los ingresos y la riqueza, nuestro consumo de combustibles fósiles en el transporte se disparará
con un 20 % de ciudadanos del Reino Unido dentro del
5 % de los principales consumidores de energía, junto con un 40 % de ciudadanos alemanes y un 100% de la población de Luxemburgo
solo el 2 % de la población de China se encuentra en el 5 % superior de los consumidores energéticos, y solo el 0,02% de la población india.
Aun así, el 20 % más pobre de la población del Reino Unido consume más de cinco veces energía por persona que el 84 % más pobre de la India, un grupo de aproximadamente mil millones de personas.
en 2050 las huellas energéticas podrían duplicarse respecto a 2011, incluso aunque mejore la eficiencia energética
medida que aumentan los ingresos, es más probable que los hogares o individuos gasten más dinero en bienes y servicios costosos energéticamente, como los viajes en avión o la compra de un automóvil grande que consume mucho combustible. SINC/ Yannick Oswald
consumos intensivos de energía como volar y conducir, principalmente al alcance de los que tienen ingresos altos, se podrían regular a través de impuestos energéticos