Agustín García Calvo . No se lave tanto, verá qué bien

 

…que ya no puede vivir limpio ni por casualidad, sino limpiado costantemente.

El pretesto principal que se manejó para llegar a esta bárbara invasión fue el de la Higiene, una peste del mundo que el Desarrollo le debe a la iniciativa de las damas británicas de hace siglo y medio, no a las altas aristócratas inglesas, que esas probablemente se lavaban igual de poco que las de otros sitios (tal vez ni siquiera habían adoptado de las francesas la istitución del bidé, que, atacando directamente a lo más sagrado de las mujeres, daba inicio a todo este proceso). Pero, una vez que la colonización lanzaba señoras de coroneles a residir en sitios como la India o Tanganika, ya el proceso estaba desatado: la obsesión de la plumbery, de las istalaciones sanitarias en junglas y desiertos, el terror de los germs, enseguida ratificados como ‘microbios’ por la Ciencia, luego perfeccionados como ‘virus’, la adoración de la limpieza a todo trapo, el miedo de que un cuerpo pudiera oler a algo, más que a productos de droguería, en fin, la Higiene como enseña de la civilización triunfante.

 

Tiempo libre, tiempo de aburrirse a pelo

– Subrayado en la página 2 | Pos. 22-23  | Añadido el jueves 6 de julio de 2017 09H37′ GMT+01:59

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